5/12/2019, 11:51:56 PM
(5/12/2019, 10:07:27 PM)Pzykophat escribió: Verga Sr Toallin, hay unas cuantas imprecisiones en esas afirmaciones. Históricas más que todo. Lo que hacían los griegos es que los jóvenes, eran adoptados por un adulto mayor. De 12 para arriba. Este sería su tutor y también se lo metia. A todos los griegos de chamitos les metieron la candela pa dentro.
Adicionalmente un hombre podía amar a un hombre. Alejandro Magno por ejemplo. En una batalla se cuenta, que pusieron a amantes (amantes hombres) juntos para subir la moral de las tropas.
En general la idea de lo que dijiste es correcta y cierta. Eso lo puede buscar cualquiera en google.
La práctica de la pederastia no era la única expresión de homosexualidad en la antigüedad clásica. Estás en lo correcto en que fue muy importante para los griegos, aunque ni siquiera fue uniforme entre todas las ciudades-estado helénicas—en Esparta, por ejemplo, era menos común y de darse se esperaba que fuera en un contexto de mentor-pupilo en el que había una relación de amistad y no por un tema exclusivamente sexual, siendo esto último algo muy mal visto. Pero igual, ya había una distinción clara entre el participante activo (quien penetra) y el pasivo (el penetrado) y que el primero estaba "por encima" del segundo.
El caso en Roma ya fue distinto. Como sabrás, Roma era una sociedad con un sistema de clases más jerárquico en el que existía una idea muy fuerte de que todo individuo debía cumplir con los roles propios de su clase social. Por ejemplo, si tú eras el primogénito de una prestigiosa familia patricia, estaba bien si te cogías al hijo adolescente de la cocinera, pero era totalmente inaceptable que él te cogiera a ti o que tú le mamaras el bicho. Tu posición social dictaba que tú tenías que ser el participante activo y el otro, al ser de una posición más baja, tenía que ser el pasivo. Esas eran las reglas del juego.
Por cierto, en ningún momento he pretendido ser un Gibbon o un Mommsen, pero he leído mis buenos libros y lo sigo haciendo
¡Sé que mi nick te incomoda! Relájate y acostúmbrate, que la vida es bella.