Historias de aquí y allá (Parte 3)

Jorge era un tremendo pana. Desde chamo estuvo echándole pichón para ganarse sus reales. No nos extrañó cuando supimos que había montado su propia oficina y que tenia varios empleados. El tipo de verdad la movía, por así decirlo. Tampoco nos extraño cuando supimos que se estaba acostando con una de sus empleadas. El tipo no tenia mucha presencia física, pero sabia que a muchas mujeres le atraían los hombres prósperos sin importar si era feo o aporreado.

Lo que no se dio cuanta Jorge es que la carajo era una arpía. Desde un principio la caraja sacó sus garras y ni pendeja, se hizo su novia oficial, luego su esposa. A mi, particularmente, no me parecía que la caraja estuviera enamorada del pana. Tenia cara de cuaima, era arma peo y celópata. Se notaba que lo estaba chuleando y por su mala actitud, mas de un empleado había renunciado. Ya que la carajo, apenas se casaron, se sintió como la dueña de la empresa.

En una reunión estábamos reunidas varias parejas, entre ellas Jorge y su esposa. Normal, salio el tema sexual. Cuando se llegó al sexo oral, Jorge miró a su mujer y le dijo: Escucha cielo, para que aprendas… Mas vale que no! La carajo se paró indignadísima y le dijo muy molesta: ¡Ya vienes tu otra vez con tus cochinadas! ¡Tu sabes que a mi me da asco eso! Tal fue el peo que ambos tuvieron que irse. Todos quedamos timbrados por la reacción de la tipa. Incluso una amiga, que es medio lesbiana, comentó: ¿Nojoda y que le pasa a esa pajua? ¡Hasta a mi me gusta mamarme un güevo! Este tipo de escenas sucedieron mas de una vez. Hasta que los panas evitaron tocar temas que pudieran herir la sensibilidad de la caraja, mas que todo por la amistad que tenían con el pana Jorge.

Al aproximarse el cumpleaños de ella, Jorge quiso hacerle una rumba por todo lo alto. Sala de fiestas, miniteca, mariachi, flores, bebidas y full comida. Incluso alquiló varias habitaciones en un hotel para que los familiares de ella, que vivían lejos, pudieran asistir y quedarse.

Y allí estábamos, familiares y panas bebiendo, tragando y gozando una bola. A mitad de la noche Jorge hizo un paréntesis para mostrar en una pantalla, una sorpresa que le tenia preparada a su esposa. Se apagaron las luces y comenzó la proyección…

Desde un principio la vaina me pareció medio rara porque el pana no era de estar vanagloriándose de sus cosas, pero ahí en la pantalla aparecían, una tras otra, fotos o videos de como le había cambiado la vida a ella desde que se casó con él. Apartamento, carro, operación de senos, viajes al exterior, ropa de marca y para de contar. Ni sus panas nos habíamos dado cuenta de lo que le había gastado a su esposa.

Ya la vaina se estaba poniendo ladilla cuando apareció en letras grandes algo mas o menos así: Después de todo lo que te he dado e hice por ti, me sales con esto…

Comienzan a aparecer imágenes y videos cortos de su esposa teniendo sexo con otro tipo. Lo peor fue cuando salió ella mamando durísimo, le llenaban la cara de todo aquello que el tipo le vació y luego procedió a lamerse como si fuese una rica natilla.

APAGUEN ESA MIERDA! Se escuchó desde la mesa de la familia de ella, donde estaban sus padres, hermano y cuñada.

NO VOY APAGAR UN COÑO DE LA MADRE! Grito Jorge evidentemente muy arrecho.

Nosotros le decíamos: Ya viejo, ya está bien, déjalo así.

NO, NOJODA! Dijo el pana. QUE SEPAN LA CLASE DE PERRA QUE TIENEN POR HIJA!

La vaina siguió mostrando hasta que, con una cámara oculta que él había instalado en su apartamento, la tipa recibía a su amante y hacían de todo (mamada incluida).

De verdad que no me imaginaba semejante vaina y menos que el seria capaz de mostrárselo a sus suegros de esa manera. La situación se puso demasiado intensa y el pana Jorge estaba teniendo un encontranazo demasiado arrecho con los suegros. A la suegra le dio un patatús, el cuñado le ofreció unos coñazos a su propia hermana y el suegro hizo lo mismo pero se los ofreció a Jorge. Entre algunos de los presentes pudimos calmar los ánimos y esperamos a que ella, los suegros y su familia se fueran.

Luego de eso, el mismo Jorge nos pidió que nos fuéramos, nos dijo el ya tenia todo cuadrado para que recogieran y quería estar solo. Hecho el paisa, me lleve una botella de whiskey (etiqueta roja) y cuando me iba a montar en el carro, dos panas mas se me unieron y terminamos hablando lo sucedido en casa de uno de ellos.

Jorge se divorció, vendió todas sus propiedades, liquidó la empresa y se fue a vivir al exterior. De ella no supe mas nada. Acabo de chequear en las redes y su ultima publicación de FaceBook es del 2016, unos días antes de su inolvidable cumpleaños.

Yo no soy un carajito, y si algo he aprendido, es que cuando una mujer de verdad quiere estar con uno, quiere y punto. Una mujer que se niega a hacer ciertas “cosas” con su pareja, simplemente no la quiere. Precisamente, son ese tipo de señales inequívocas, las que te indican de que algo no está bien. Creo que el pana Jorge simplemente no quería admitir que no todo en su vida, iba como el lo había planeado.