15/07/2019, 4:33:28 AM
Esta panita me caía bien. Luego de un peo que tuve con medio mundo en el trabajo por restringirles el internet, fue de las únicas que no se puso de malas conmigo. Una chica de piel blanca, enormes tetas y gran culo. De baja estatura, cabello negro y largo que siempre llevaba en moño. Boca grande y carnosa. Para terminar, un hablar tipo fresa que no le quedaba mal. Sufría de una vaina rara que le exigía tomar medicamentos diariamente, de no ser así, le podían dar unos bajones medio feos.
Lo cierto es que un día en el comedor le dio uno de esos yeyos y trate de auxiliarla. Así que sin querer, nos hicimos medio panas y conversábamos a veces por largos ratos.
Un día al pasar por su oficina, la vi con cara entre obstinada, ladillada, decepcionada y que se yo. Aun así, me animé a entrar y saludarla. Me comentó que tenia problemas con su esposo (casada y con dos hijos) y que era una situación que venia ocurriendo desde hace mucho tiempo.
¿Y lo han hablado? Le dije. A veces los problemas tienen soluciones mas simples de lo que creemos.
Si claro, me dijo. Lo que pasa es que el no me hace acabar y eso lo tiene frustrado.
Caramba amiga, que malo eso. Le contesté. Será que por los medicamentos que tomas, ¿Eso te impide que puedas sentir placer?
No chico, nada de eso! Lo que pasa es que yo, para sentir placer, tiene que ser una verga grande y gruesa. Y el la tiene pequeña y delgada!
No me esperaba semejante confesión y de pana que me agarró fuera de base. ¿Y como haces entonces? ¿Ya con dos hijos y ninguno producto de un orgasmo?
Pues si, me dijo. Es mas, creo que hasta ahora no he acabado con él la primera vez desde que estamos juntos. Y pues eso lo tiene mal. (Hasta yo me sentí mal por el tipo).
Oye que malo eso, le dije… ¿Y de pana que no sientes nada? O sea, desde que están juntos ¿Nada de orgasmos? Que se yo, que te haga oral o con juguetes. Una vida con relaciones sin orgasmos debe ser bien vacía.
Ahh no, eso si que no, me contestó. Para eso tengo a mi amante, mi negro bello que me hace todo lo que el quiere y me hace acabar sabroso!
Ahí la vaina se empezó a poner turbia y se fue por otro lado.
Ese me pone como quiere y me hace acabar y acabar. No se que hubiera hecho sin él.
A estas alturas ya no solo me sentía mal por el esposo, ahora también me daba lastima el pobre tipo. Total que luego de semejante confesión, obvio que no podía verla de la misma forma. Mas, estaba claro que si lo que le gustaba era un machete de grandes dimensiones, yo estaba descartado. Adicional, de pana y todo, que era muy chama para mi gusto.
Un par de semanas después, la volví a conseguir sola en su oficina, pero esta vez estaba sonriente y simpática. Caramba amiga, le dije. Que bueno encontrarte tan radiante!
Claro amigo, me contestó. Es que anoche por fin mi esposo me hizo llegar al orgasmo teniendo relaciones.
Oye que bien, le dije! Supongo que la cosa va mejor entre ustedes! Bien por él y por ti.
Lo que pasó, me dijo, es que hace una semana estuve con mi amante. Tuvimos mucho sexo y me dejó aquella toda abierta. Al día siguiente, mi esposo quiso tener relaciones conmigo, pero le dije que no, que me sentía bien, que me diera unos días. Imaginate, tuve que esperar una semana para que se me volviera a cerrar. Anoche, cuando estuvimos juntos, no podía dejar de pensar en todas las cosas que me hizo mi amante y eso me puso súper mojada. Así que, aunque el roce con su pene era mínimo, pude acabar pensando en el otro!
Me dije a mi mismo: Alegría de tísico pues! De pana que no me atreví a decirle mas nada. A estas alturas no sabia quien me daba mas lastima, si él o ella o inclusive sus chamos.
Ella fue una de las primeras en salir con un lote por reducción de personal y mas nunca supe nada de ella. Tampoco me animé a escribirle ni de tenerla en mis redes. Obvio que su confesión la tengo siempre presente. Son ese tipo de vainas que uno jamas desearía que le pase.
Se imaginan enterarse que luego de años de matrimonio e hijos de por medio, ¿Uno no le da placer a su pareja?
Lo cierto es que un día en el comedor le dio uno de esos yeyos y trate de auxiliarla. Así que sin querer, nos hicimos medio panas y conversábamos a veces por largos ratos.
Un día al pasar por su oficina, la vi con cara entre obstinada, ladillada, decepcionada y que se yo. Aun así, me animé a entrar y saludarla. Me comentó que tenia problemas con su esposo (casada y con dos hijos) y que era una situación que venia ocurriendo desde hace mucho tiempo.
¿Y lo han hablado? Le dije. A veces los problemas tienen soluciones mas simples de lo que creemos.
Si claro, me dijo. Lo que pasa es que el no me hace acabar y eso lo tiene frustrado.
Caramba amiga, que malo eso. Le contesté. Será que por los medicamentos que tomas, ¿Eso te impide que puedas sentir placer?
No chico, nada de eso! Lo que pasa es que yo, para sentir placer, tiene que ser una verga grande y gruesa. Y el la tiene pequeña y delgada!
No me esperaba semejante confesión y de pana que me agarró fuera de base. ¿Y como haces entonces? ¿Ya con dos hijos y ninguno producto de un orgasmo?
Pues si, me dijo. Es mas, creo que hasta ahora no he acabado con él la primera vez desde que estamos juntos. Y pues eso lo tiene mal. (Hasta yo me sentí mal por el tipo).
Oye que malo eso, le dije… ¿Y de pana que no sientes nada? O sea, desde que están juntos ¿Nada de orgasmos? Que se yo, que te haga oral o con juguetes. Una vida con relaciones sin orgasmos debe ser bien vacía.
Ahh no, eso si que no, me contestó. Para eso tengo a mi amante, mi negro bello que me hace todo lo que el quiere y me hace acabar sabroso!
Ahí la vaina se empezó a poner turbia y se fue por otro lado.
Ese me pone como quiere y me hace acabar y acabar. No se que hubiera hecho sin él.
A estas alturas ya no solo me sentía mal por el esposo, ahora también me daba lastima el pobre tipo. Total que luego de semejante confesión, obvio que no podía verla de la misma forma. Mas, estaba claro que si lo que le gustaba era un machete de grandes dimensiones, yo estaba descartado. Adicional, de pana y todo, que era muy chama para mi gusto.
Un par de semanas después, la volví a conseguir sola en su oficina, pero esta vez estaba sonriente y simpática. Caramba amiga, le dije. Que bueno encontrarte tan radiante!
Claro amigo, me contestó. Es que anoche por fin mi esposo me hizo llegar al orgasmo teniendo relaciones.
Oye que bien, le dije! Supongo que la cosa va mejor entre ustedes! Bien por él y por ti.
Lo que pasó, me dijo, es que hace una semana estuve con mi amante. Tuvimos mucho sexo y me dejó aquella toda abierta. Al día siguiente, mi esposo quiso tener relaciones conmigo, pero le dije que no, que me sentía bien, que me diera unos días. Imaginate, tuve que esperar una semana para que se me volviera a cerrar. Anoche, cuando estuvimos juntos, no podía dejar de pensar en todas las cosas que me hizo mi amante y eso me puso súper mojada. Así que, aunque el roce con su pene era mínimo, pude acabar pensando en el otro!
Me dije a mi mismo: Alegría de tísico pues! De pana que no me atreví a decirle mas nada. A estas alturas no sabia quien me daba mas lastima, si él o ella o inclusive sus chamos.
Ella fue una de las primeras en salir con un lote por reducción de personal y mas nunca supe nada de ella. Tampoco me animé a escribirle ni de tenerla en mis redes. Obvio que su confesión la tengo siempre presente. Son ese tipo de vainas que uno jamas desearía que le pase.
Se imaginan enterarse que luego de años de matrimonio e hijos de por medio, ¿Uno no le da placer a su pareja?
¿Porque todo tiene que tener un porque?