28/02/2021, 7:13:31 AM
(Última modificación: 1/03/2021, 6:37:42 AM por TheCastAway.
Razón: Corregir acentos.
)
Hay dos historias de un par de mujeres que siempre tengo presente por como terminaron. Lamentablemente, una peor que otra.
Obvio que no son los nombres verdaderos, peor lo que sucedió, es totalmente cierto.
ANDREA
Llegó como asistente a la empresa. Blanquita, cabello negro, ojos grandes, labios carnosos que se los pintaba de rojo y parecía una gitana. De cuerpo estaba bien, no buena o rica, ni nada de eso, pero provocaba. Para aquella época yo le caía de vez en cuando pero que va, yo era solo uno mas del poco de buitres que tenia siempre encima. A la final un pana de la oficina se ganó ese premio. Incluso de fueron a vivir juntos.
Este pana tuvo un mega peo con otro tipo porque a pesar de que sabía de que la dama en cuestión, era la pareja del pana, la acosaba constantemente. El rollo fue feo. El acosador, al quien vamos a llamar Juan, para justificarse le decía al pana que abriera los ojos, que la tipa era una regalada y que mas de uno se la había cogido. Yo no puedo asegurar esa vaina, pero a ella nunca la vi en vainas raras ni supe de algún otro que hubiera estado con ella. Para resumir, Juan termino regando que él sí se la había echado. Obvio que muchos pesaron que era cierto y que la caraja era una rolo e loca. En mi opinión, creo que solo quería darle en la madre al pana y la manera que encontró fue hablando mierda de su mujer.
Con el tiempo el pana se separó. Del tiro se fue de la empresa. Andrea lo dejó por un tipo que le daba sus carajazos de vez en cuando y le montó tres bendiciones. Luego de eso, se divorció. Por cierto, a estas alturas no quedaba mucho que ver ahí. Quedó súper delgada y con muchas canas a pesar de que era relativamente joven.
Lo cierto es que un día comienzan a regarse rumores de un peo que hubo en el estacionamiento del edificio donde trabajábamos. Al parecer, la esposa de alguien vino a armar un peo porque supo que le estaba montando los cuernos con una compañera. Al principio me costo entender la vaina y luego pensé que solo era habladera de paja. Pero no, la esposa de Juan, una mujer muy linda por cierto, supo que se acostaba con Andrea.
Me recuerdo de ese peo tan balurdo y lo tengo tan presente porque las amigas y/o familiares de la esposa de Juan, a veces pasaban a la hora de entrada o salida del trabajo y le gritaban desde sus carros a Andrea: PUTAAAA!!! ROBA MARIDOSSS!!! MALPARIDA!!! Incluso si estaba con sus hijos, igual le decían cualquier cantidad de vulgaridades. Yo que llegaba temprano, ya que llevaba a mis hijos al cole y de ahí me iba al trabajo, siempre escuchaba desde la ventana de mi oficina como “saludaban” a Andrea.
Dentro de mi pensaba, ¿Será que esa carajo no tiene dignidad? O sea, ¿Ese no fue el tipo que la rayó de puta? Claro, hay una vaina que siempre digo: Cada quien hace de su culo un autobús y monta a quien le dé la gana! Me daba paja por sus chamos, dos niñas y un niño que no tenían porque ver como trataban a su mamá de esa manera.
Esa vaina duró meses. Recuerdo que cuando pensamos que ya la vaina había terminado, se volvía a escuchar el mentado “saludo” cuando Andrea iba llegando o saliendo. Y pues decíamos: Llegó Andrea! Ó Se fue Andrea!
MELANIE
A ésta amiga la conocí en un evento en la capital. A la salida, su chofer la llamó para decirle que se accidentó y ofrecimos llevarla ya que íbamos a la misma ciudad. Una mujer muy pana, muy elegante y muy profesional. Intercambiamos números y me llamó mas de una vez para que ayudarla con alguna duda o echarle una mano.
En otro evento que se realizó un día sábado, salí a estirar las piernas y ahí estaba ella hablando por su cel. Del otro lado se escuchaba una voz masculina que le estaba armando el peor de los peos. Gritaba tan fuerte que ella a veces tenia que apartarse el cel del oído. Según entendí, no le había notificado a su novio que iba a salir y, al no poder localizarla, el tipo le estaba reclamando de manera muy balurda. Ella tartamudeando trataba de explicarle pero el tipo en su arrechera colgó y ella no le pudo decir nada.
Aunque yo estaba algo apartado de ella, al darse cuenta que estaba ahí, no pudo disimular la vergüenza. No deberías permitir que te trate así, le dije. Ella lo excusó diciendo que él tenía el carácter muy fuerte. Al contrario, le dije, una persona con carácter fuerte no explota por cualquier cosa. Las personas así tienen mas bien un carácter muy débil y son incapaces de controlarse. Me di media vuelta y entré para dejarla sola con sus pensamientos (y su peo recién armado).
Unas semanas después me llamó para pedirme prestado cierto material. Le dice que podíamos vernos en un centro comercial y, para tal efecto, llegó con su novio. Nos vimos, saludamos, me presentó al tipo, le entregué lo que me solicitó y ofrecieron darme la cola. De pana que yo no quería pero igual insistieron. El tipo full serio y yo que a veces me la tiro de chistoso, dije un par de bromas a las que el fulano respondió: A mi eso no me causa risa. Le dije: Tranquilo, el chiste no era para ti. En realidad el tipo hacía todo lo posible por caer mal. Llegué a mi destino, les dí las gracias y me alejé sin darme vuelta.
Meses después me la consigo, toda apurada con algunas carpetas en la mano. Que paso amiga ¿Te vas a casar? Su cara me dijo que la pregunta no había sido oportuna. No amigo, me dijo, voy a tribunales a hacer que se haga justicia. A mi novio lo mataron y al parecer el asesino puede quedar libre. No lo voy a permitir. Para mis adentros pensé que en realidad, no se había perdido nada bueno. Pero para ella fue como si le hubieran quitado al amor de su vida. Su príncipe azul, su Romeo.
Según supe, el tipo se estacionó frente a un comercio a comprar algo y otro vehículo sin querer lo chocó. El novio de Melanie comenzó a vociferar, maldecir, gritar y a insultar al chofer del otro vehículo. Pero una vaina era su mujercita que se calaba callada sus insultos y maltratos, otra una persona que, al ver como el tipo no paraba de gritarle e insultarle, peló por una pistola y le dio un certero disparo que lo dejó tendido en el piso sin vida.
La penúltima vez que vi a Melanie, aún estaba en ese peo con los tribunales. Había adelgazado. Se le notaban unas grandes ojeras y ya casi no quedaba nada de aquella mujer elegante y atractiva que conocí años atrás. Recuerdo que le dije que no valía la pena desgastarse tanto, que eso no lo iba a hacer volver. Ese desgraciado tiene que pagar, me dijo.
Semanas después, estaba despidiéndome de ella en su funeral. Un infarto fulminante acabó con la vida de una mujer que pudo haberlo tenido todo en la vida. Una excelente persona y mejor profesional que un mal día, decidió aceptar en su vida a un tipo que obviamente no la valoraba ni la respetaba, pero que del alguna manera, se la llevó con él.
Obvio que no son los nombres verdaderos, peor lo que sucedió, es totalmente cierto.
ANDREA
Llegó como asistente a la empresa. Blanquita, cabello negro, ojos grandes, labios carnosos que se los pintaba de rojo y parecía una gitana. De cuerpo estaba bien, no buena o rica, ni nada de eso, pero provocaba. Para aquella época yo le caía de vez en cuando pero que va, yo era solo uno mas del poco de buitres que tenia siempre encima. A la final un pana de la oficina se ganó ese premio. Incluso de fueron a vivir juntos.
Este pana tuvo un mega peo con otro tipo porque a pesar de que sabía de que la dama en cuestión, era la pareja del pana, la acosaba constantemente. El rollo fue feo. El acosador, al quien vamos a llamar Juan, para justificarse le decía al pana que abriera los ojos, que la tipa era una regalada y que mas de uno se la había cogido. Yo no puedo asegurar esa vaina, pero a ella nunca la vi en vainas raras ni supe de algún otro que hubiera estado con ella. Para resumir, Juan termino regando que él sí se la había echado. Obvio que muchos pesaron que era cierto y que la caraja era una rolo e loca. En mi opinión, creo que solo quería darle en la madre al pana y la manera que encontró fue hablando mierda de su mujer.
Con el tiempo el pana se separó. Del tiro se fue de la empresa. Andrea lo dejó por un tipo que le daba sus carajazos de vez en cuando y le montó tres bendiciones. Luego de eso, se divorció. Por cierto, a estas alturas no quedaba mucho que ver ahí. Quedó súper delgada y con muchas canas a pesar de que era relativamente joven.
Lo cierto es que un día comienzan a regarse rumores de un peo que hubo en el estacionamiento del edificio donde trabajábamos. Al parecer, la esposa de alguien vino a armar un peo porque supo que le estaba montando los cuernos con una compañera. Al principio me costo entender la vaina y luego pensé que solo era habladera de paja. Pero no, la esposa de Juan, una mujer muy linda por cierto, supo que se acostaba con Andrea.
Me recuerdo de ese peo tan balurdo y lo tengo tan presente porque las amigas y/o familiares de la esposa de Juan, a veces pasaban a la hora de entrada o salida del trabajo y le gritaban desde sus carros a Andrea: PUTAAAA!!! ROBA MARIDOSSS!!! MALPARIDA!!! Incluso si estaba con sus hijos, igual le decían cualquier cantidad de vulgaridades. Yo que llegaba temprano, ya que llevaba a mis hijos al cole y de ahí me iba al trabajo, siempre escuchaba desde la ventana de mi oficina como “saludaban” a Andrea.
Dentro de mi pensaba, ¿Será que esa carajo no tiene dignidad? O sea, ¿Ese no fue el tipo que la rayó de puta? Claro, hay una vaina que siempre digo: Cada quien hace de su culo un autobús y monta a quien le dé la gana! Me daba paja por sus chamos, dos niñas y un niño que no tenían porque ver como trataban a su mamá de esa manera.
Esa vaina duró meses. Recuerdo que cuando pensamos que ya la vaina había terminado, se volvía a escuchar el mentado “saludo” cuando Andrea iba llegando o saliendo. Y pues decíamos: Llegó Andrea! Ó Se fue Andrea!
MELANIE
A ésta amiga la conocí en un evento en la capital. A la salida, su chofer la llamó para decirle que se accidentó y ofrecimos llevarla ya que íbamos a la misma ciudad. Una mujer muy pana, muy elegante y muy profesional. Intercambiamos números y me llamó mas de una vez para que ayudarla con alguna duda o echarle una mano.
En otro evento que se realizó un día sábado, salí a estirar las piernas y ahí estaba ella hablando por su cel. Del otro lado se escuchaba una voz masculina que le estaba armando el peor de los peos. Gritaba tan fuerte que ella a veces tenia que apartarse el cel del oído. Según entendí, no le había notificado a su novio que iba a salir y, al no poder localizarla, el tipo le estaba reclamando de manera muy balurda. Ella tartamudeando trataba de explicarle pero el tipo en su arrechera colgó y ella no le pudo decir nada.
Aunque yo estaba algo apartado de ella, al darse cuenta que estaba ahí, no pudo disimular la vergüenza. No deberías permitir que te trate así, le dije. Ella lo excusó diciendo que él tenía el carácter muy fuerte. Al contrario, le dije, una persona con carácter fuerte no explota por cualquier cosa. Las personas así tienen mas bien un carácter muy débil y son incapaces de controlarse. Me di media vuelta y entré para dejarla sola con sus pensamientos (y su peo recién armado).
Unas semanas después me llamó para pedirme prestado cierto material. Le dice que podíamos vernos en un centro comercial y, para tal efecto, llegó con su novio. Nos vimos, saludamos, me presentó al tipo, le entregué lo que me solicitó y ofrecieron darme la cola. De pana que yo no quería pero igual insistieron. El tipo full serio y yo que a veces me la tiro de chistoso, dije un par de bromas a las que el fulano respondió: A mi eso no me causa risa. Le dije: Tranquilo, el chiste no era para ti. En realidad el tipo hacía todo lo posible por caer mal. Llegué a mi destino, les dí las gracias y me alejé sin darme vuelta.
Meses después me la consigo, toda apurada con algunas carpetas en la mano. Que paso amiga ¿Te vas a casar? Su cara me dijo que la pregunta no había sido oportuna. No amigo, me dijo, voy a tribunales a hacer que se haga justicia. A mi novio lo mataron y al parecer el asesino puede quedar libre. No lo voy a permitir. Para mis adentros pensé que en realidad, no se había perdido nada bueno. Pero para ella fue como si le hubieran quitado al amor de su vida. Su príncipe azul, su Romeo.
Según supe, el tipo se estacionó frente a un comercio a comprar algo y otro vehículo sin querer lo chocó. El novio de Melanie comenzó a vociferar, maldecir, gritar y a insultar al chofer del otro vehículo. Pero una vaina era su mujercita que se calaba callada sus insultos y maltratos, otra una persona que, al ver como el tipo no paraba de gritarle e insultarle, peló por una pistola y le dio un certero disparo que lo dejó tendido en el piso sin vida.
La penúltima vez que vi a Melanie, aún estaba en ese peo con los tribunales. Había adelgazado. Se le notaban unas grandes ojeras y ya casi no quedaba nada de aquella mujer elegante y atractiva que conocí años atrás. Recuerdo que le dije que no valía la pena desgastarse tanto, que eso no lo iba a hacer volver. Ese desgraciado tiene que pagar, me dijo.
Semanas después, estaba despidiéndome de ella en su funeral. Un infarto fulminante acabó con la vida de una mujer que pudo haberlo tenido todo en la vida. Una excelente persona y mejor profesional que un mal día, decidió aceptar en su vida a un tipo que obviamente no la valoraba ni la respetaba, pero que del alguna manera, se la llevó con él.
¿Porque todo tiene que tener un porque?