Un consejo, una confesión y una mentira.

Un consejo: no se rindan antes de comenzar con algo nuevo. A veces, el miedo a lo desconocido nos embarga de tal modo que desistimos de hacer algo que teníamos planeado por el simple hecho de fracasar. Recuerden que el mejor maestro es el error, se puede aprender mucho de ellos.

Una confesión: en mi primer semestre en la universidad, dormí tres noches (no consecutivas) con una chama que conocí ahí porque veíamos una materia juntos; ella me gustaba burda pero tenía novio (en otra ciudad, ¡jajajaja!) y por eso no me dio el "sí", pero yo también le llegué a gustar mucho a ella, me lo confesó la segunda noche que se quedó a dormir en mi casa (convencimiento a punta de labia y confianza). Hasta que la cagué por forzar tanto que terminara con ese tipo, dejó de hablarme y abandonó la universidad como al tercer semestre. A día de hoy, la sigo como una sombra.

Una mentira: "solo la puntica".